
Cuando hablamos de composición en diseño gráfico, hablamos de la distribución que tienen los elementos en el lienzo o soporte: textos e imágenes. Además, tendremos que considerar el espacio que rodea a dichos elementos, que es también parte fundamental del diseño.
Composiciones formales
Una composición formal, generalmente, responde a una secuencia matemática que establece las posiciones, rotaciones o escalas de los elementos. Los elementos se ordenan repetidamente respecto a su tamaño, dirección o color.
En las composiciones formales todo es prececible, y aparecen con frecuencia retículas. Si un elemento se sale de la norma, la composición es semiformal.
Hay cuatro modos de realizar composiciones formales, que a su vez se pueden combinar entre ellas:
- traslación,
- rotación,
- reflexión,
- dilatación.
Traslación
Composición formal en la que hay un cambio de posición.
Rotación
Composición formal en la que sucece una variación en la dirección.
Reflexión
Composición formal en la que se crea una imagen reflejada.
Dilatación
Composición formal en la que hay un cambio de tamaño o escala.
Composiciones informales
Las composiciones informales no siguen ningún patrón o estructura establecida de antemano. Es el ojo adiestrado del diseñador el que dedice dónde colocar cada elemento.
A pesar de que no responden a ninguna estructura fija, podemos utilizar varios criterios para clasificar estas composiciones informales.
- gravedad,
- constraste,
- ritmo,
- centro de interés.
Gravedad
El diseñador manipula los elementos de forma que los pesos sean percibidos. Se generan así composiciones estables e inestables.
Contraste
Resulta al comparar elementos diferentes, ya sea por su tamaño, color, posición, dirección, escala, espacio.
Los antónimos del lenguaje pueden servir de inspiración:
- recto/torcido;
- cuadrado/redondo;
- cóncavo/convexo;
- afilado/romo;
- grueso/delgado;
- alto/bajo
- positivo/negativo,
- brillante/mate.
El contraste se utiliza como énfasis visual. Si nos quedamos cortos resulta inapreciable; si nos pasamos de largo, podemos romper la unidad general del diseño. Se trata de que ese elemento diferente no sea un añadido, sino que quede integrado en el diseño.
Ritmo
Un diseño figurativo suele describir un tema, mientas que los diseños abstractos suelen inspirarse en ideas: hechos, movimientos o fenómenos naturales, que pueden expresarse rítmicamente.
Por ejemplo, pueden servir de inspiración:
- las ondas de un lago,
- los pájaros que vuelan,
- las ramas de los árboles,
- las nubes que pasan,
- la arena que revolotea por el viento,
- las olas rompiendo en las rocas,
- los pasos de baile,
- una explosión de dinamita.
El ritmo se genera al manipular las direcciones de los elementos o el espacio entre ellos. Los elementos pueden ser paralelos o radiados, similares o contrastados, etc.
Centro de interés
Una composición informal debe coordinar sus elementos alrededor de un centro de interés.
Una composición formal, especialmente dispuesta en una retícula, no tendrá centro de interés por lo general, aunque es obvio que por ejemplo unos elementos que giran en torno a un centro sí lo tienen. Si en una composicón formal tenemos un elemento "díscolo", se convertirá en el centro de interés.
Si el centro de interés se sitúa en el centro geométrico, la composición resulta estática. Y por el contrario, se rompe el equilibrio, cuando el centro de interés está apartado del centro geométrico.
Espacio
Es diseño gráfico empieza a partir de un lienzo en blanco, que poco a poco es llenado por imágenes y textos.
Al espacio ocupado se le suele llamar espacio positivo, mientras el no ocupado es el espacio negativo.
Suele ser conveniente que nuestros diseños respiren, a no ser que intentemos comunicar sensación de agobio. A veces es el cliente quien se agobia al ver tanto espacio vacío, pero entonces al menos haremos el intento de educarle: el espacio forma también parte del diseño, y un exceso de comunicación suele enmascarar los mensajes más importantes.
La ilusión de profundidad en el espacio
Un espacio parece poseer profundidad cuando unas formas se suporponen a otras. Si además, las formas del fondo son más pequeñas, la sensación de profundidad se acrecienta.
También creamos ilusión de profundidad al girar lateralmente las formas en el espacio.
Cuando las líneas de una secuencia son quebradas, curvas, enroscadas u onduladas, también conseguimos sensación de profundidad.
La ilusión de volumen en el espacio
Obtenemos sensación de volumen, cuando los planos se curvan para formar cilindros, o cuando se unen desde direcciones distintas y parece que encierran un espacio. Los planos de los que hablamos pueden ser sólidos, o formados por secuencias de líneas o puntos, o estar contorneados, o podemos combinar todo lo anterior.
En ocasiones el volumen produce combinaciones ambiguas, en las que un plano puede parecer hacia arriba o hacia abajo, en función de cómo se mire.
Enlaces y referencias
Bibliografía
- Principio del diseño en color. Wucius Wong.